Te sientes abrumado/a cada vez que tienes que llevar a tu hijo/a al dentista? Te explicamos cómo puedes sentirte aliviado/a. Los niños pueden sentir estrés, miedo o ansiedad ante la necesidad de llevar a cabo un tratamiento dental, no son capaces de controlar sus emociones y su colaboración se ve dificultada. Ante esta situación, la sedación dental es una herramienta muy segura y efectiva para poder realizar múltiples tratamientos dentales en una sesión, permitiendo que el niño se relaje y perciba la experiencia de ir al dentista como positiva, menos estresante y más rápida.
¿Cuál es la diferencia entre sedación consciente y profunda?
La sedación consciente es una técnica no invasiva que permite la realización de actos odontológicos mediante la administración progresiva y controlada de óxido nitroso y oxígeno por inhalación produciendo disminución de la consciencia, aumento de la relajación y estado de bienestar.
La sedación profunda consiste en la administración de una combinación de fármacos que disminuyen el nivel de consciencia por vía endovenosa, controlada por un anestesista. El paciente permanece respirando durante todo el procedimiento.
¿Cuándo está indicada la sedación dental infantil?
La sedación dental infantil está indicada en los siguientes casos:
- Niños mayores de 4 años
- Niños no colaboradores
- Niños que tienen mucho miedo al dentista
- Niños pequeños con múltiples patologías bucales
Consejo del día
No pospongas más el tratamiento. La sedación ayudará a tu hijo/a a volver a sonreír¿Qué ventajas tiene la sedación en niños?
- Reducción del estrés y miedo
- Conservación de un cierto grado de consciencia
- Mayor comodidad en el trabajo del odontólogo
- Reducción el tiempo de trabajo
- Disminución del dolor y malestar del paciente
- Posibilidad de realizar múltiples tratamientos dentales en una sesión
¿Cuánto duran los efectos de la sedación?
¿Qué efectos secundarios tiene la sedación?
Después de una sedación podría aparecer náuseas, vómitos, dolor de cabeza, irritación de la garganta, cambios en la presión sanguínea o dolor. Generalmente son efectos moderados, cortos y tratables. Cabe destacar que el procedimiento de sedación debe estar supervisado y administrado por profesionales capacitados y en un entorno adecuado para minimizar cualquier riesgo asociado.